La Inteligencia Artificial aplicada a la robótica militar permite operaciones remotas en entornos de riesgo
Los drones y los robots terrestres operados a distancia se han utilizado de manera efectiva en combate durante las últimas dos décadas. Los componentes de IA se integran cada vez más en los sistemas robóticos para permitir que estos sistemas funcionen de forma autónoma. Las aplicaciones de IA en esta área son similares a las desarrolladas para vehículos sin conductor en el sector industrial civil que utilizan sensores y software de IA para percibir el entorno, reconocer obstáculos, fusionar datos de sensores, navegar y comunicarse con otros vehículos. Las tecnologías ahora son lo suficientemente maduras para que los vehículos militares semiautónomos se desplieguen masivamente en los teatros de operaciones. En Estados Unidos, China y Rusia se están desarrollando drones aéreos capaces de realizar vuelos totalmente autónomos.
Robótica de enjambre
Se han desarrollado componentes de IA « multi agente » para permitir que una flotilla autónoma de drones, robots terrestres o marinos se muevan y actúen como un enjambre inteligente. Inspirados en enjambres de insectos o estorninos, los enjambres robóticos pueden cooperar para moverse, monitorear un área o destruir un objetivo operando de forma autónoma, sin control desde la central. Una misión se puede definir globalmente y programar para el enjambre utilizando algoritmos “multi agente”, sin tener que programar individualmente cada componente (agente) del enjambre. Esta configuración aporta resiliencia al dispositivo que puede continuar su misión incluso si parte del enjambre ha sido neutralizado por el enemigo.
Sistemas de Armas Autónomas Letales (SAAL) Los SAAL (LAWS en inglés) son sistemas de armas impulsados por IA capaces de identificar, atacar y destruir un objetivo sin interacción humana. Se basan en la combinación de un sistema de sensores que monitorea el entorno, una solución de IA capaz de identificar un objeto como un objetivo potencial y decidir si atacarlo o no, y armas que pueden destruir el objetivo. Las tecnologías subyacentes que, combinadas, constituyen un SAAL, se están desarrollando muy rápidamente, siendo cada vez más eficientes y accesibles en términos de costos. Este desarrollo llevará a una gran difusión dentro de los ejércitos regulares, pero también dentro de los grupos terroristas o mafiosos. Los sistemas que pueden identificar y atacar objetivos de forma autónoma son principalmente sistemas defensivos, como los sistemas de defensa aérea o el robot centinela SGR-A1 desplegado en la frontera de Corea del Sur. Estos sistemas están destinados a ser utilizados bajo supervisión humana y para disparar de forma autónoma en situaciones en las que el tiempo de activación se considere demasiado corto para que el ser humano reaccione