La Unión Europea quiere organizar ejercicios navales para mejorar la protección de sus infraestructuras críticas
La Unión Europea no es, en principio, una alianza militar como la OTAN, concebida como tal desde su creación… sino una alianza con un proyecto de defensa, encarnado en su Política Común de Seguridad y de Defensa [PESDC]. También lleva a cabo operaciones militares, como el EUFOR Althea en Bosnia-Herzegovina, el Irini en el Mediterráneo o la Atalanta en el golfo de Adén, así como misiones de asistencia en beneficio de terceros países, como la EUMAM en Ucrania.
Además, la UE también se compromete a promover la cooperación operativa e industrial entre sus países miembros, en particular a través del Fondo Europeo de Defensa [FEDeF] y los proyectos llevados a cabo en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente. Nótese que, paradójicamente, la misma UE defiende reglas financieras susceptibles de complicar la financiación de las industrias de defensa… Entienda quién puede.
Dicho esto, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la Comisión Europea se ha ocupado cada vez más de temas relacionados con la defensa, por ejemplo, presionando a los Estados miembros para que mancomunen sus compras de municiones, a través de la Agencia Europea de Defensa. Lo cual era un tema tabú hasta ahora.
Sea como fuere, la Comisión está ahora muy interesada en la protección de infraestructuras marítimas críticas, en el marco de la estrategia de seguridad marítima [SSMUE] que publicó en 2014 y que acaba de modificar para tener en cuenta la apariencia de « nuevas amenazas ».
La seguridad marítima es fundamental para la Unión Europea y sus Estados miembros. La economía de la UE depende en gran medida de océanos seguros y protegidos. Más del 80 % del comercio mundial se realiza por mar, y alrededor de dos tercios del petróleo y el gas del mundo se extraen o transportan por mar. Hasta el 99% de los flujos de datos del mundo se transmiten por cables submarinos.
Para desbloquear todo el potencial de los océanos y la economía azul sostenible, el espacio marítimo mundial debe ser seguro. La UE pretende reforzar el amplio abanico de instrumentos a su disposición para promover la seguridad marítima, tanto civil como militar.
Esta actualización de la estrategia de seguridad marítima europea era necesaria para dar respuesta a las « amenazas » y « desafíos de seguridad » que se han multiplicado desde 2014, lo que requiere medidas nuevas y reforzadas. Estas amenazas nuevas y “en evolución” están vinculadas en particular a la creciente competencia geopolítica, el cambio climático y la degradación del medio ambiente marino, así como los ataques híbridos y ciberataques.
En cuanto a los ataques híbridos, se especifica que estos incluyen acciones hostiles contra gasoductos y cables y la presencia de vehículos no tripulados no autorizados alrededor de instalaciones offshore en cuencas marítimas europeas. Es cada vez más probable que los actores maliciosos utilicen medios híbridos y cibernéticos para atacar la infraestructura marítima.
Este SSMUE actualizado gira en torno a seis objetivos, entre los que se encuentran la intensificación de las actividades en el mar, mediante la realización de ejercicios navales a nivel de la UE, el desarrollo de operaciones de guardacostas en las cuencas marítimas europeas, la implementación del concepto de presencias marítimas coordinadas y el refuerzo de las inspecciones portuarias en la UE.
También se trata de profundizar la cooperación con determinados socios, empezando por la OTAN, de desempeñar un papel de liderazgo en la evaluación de la situación marítima, de reforzar las capacidades mediante la definición de requisitos comunes para las tecnologías de defensa y determinados programas, como la corbeta de patrulla europea [EPC], así como mejora los medios de guerra antisubmarina. Por último, un último punto se refiere a la formación en seguridad híbrida y ciberseguridad, en particular del lado civil. Los ejercicios navales conjuntos mencionados por este SSMUE actualizado se llevarían a cabo como parte de la intensificación de los esfuerzos para proteger la infraestructura crítica en el mar.